Está claro que tomar la decisión de separarse o divorciarse no es sencilla. Sin embargo, sí existe la gran posibilidad de cerrarlo lo antes posible y de la manera más amistosa posible.

Un divorcio amistoso es posible.

De hecho, lo he visto en muchas ocasiones. El problema es que no es lo habitual. Para separarnos  de manera amistosa tenemos el procedimiento de divorcio de mutuo acuerdo. Es el procedimiento que prevé la Ley de Enjuiciamiento Civil para que el divorcio se solucione de la manera menos traumática y más rápida posible.

Consiste en que la demanda se inicia de manera conjunta entre ambos cónyuges. Debemos realizar un convenio regulador que regule tanto las relaciones inter conyugales como paterno filiales, es decir, entre ex cónyuges y de los cónyuges con los hijos.

También debemos acudir asistidos de abogado y procurador. La ley da la posibilidad de que ambos cónyuges lo compartan, aunque no siempre es lo más recomendable. Un asesoramiento personalizado es aconsejable para cada una de las personas que componen el matrimonio.  

En estos casos, no siempre hay que acudir al Juzgado. También existe la posibilidad, desde 2015, de acudir al Notario para que nos tramite el divorcio. Eso sí, es requisito imprescindible que el matrimonio que quiere divorciarse no tenga hijos menores. Es increíblemente más rápido, pero es más caro que acudir al juzgado, ya que el abogado es imprescindible aunque el divorcio se haga en notaría.

Si todo es tan fácil, ¿por qué entonces siguen existiendo los divorcios contenciosos?

Pues porque las personas cuando estamos dolidos actuamos dejándonos llevar por la ira y el rencor. Y porque puede suceder que no coincidan nuestras opiniones acerca de la educación de los hijos, del dinero, del tipo de custodia, etc… Hay veces en que las posiciones parecen irreconciliables y resulta muy complicado llegar a acuerdos.

Llevar a cabo un divorcio contencioso puede ser peligroso por varias razones, en primer lugar, porque las decisiones al final, las va a terminar tomando una tercera persona que no conoce a ninguna de las partes, el juez. Por lo tanto, corremos el peligro de que nuestras pretensiones no sean tomadas en cuenta porque el juez entienda que no son recomendables.

¿Entonces, qué podemos hacer para que esto no sea así?

Pues realmente, cuando se presenta una demanda de divorcio contenciosa hasta el mismo momento en que vayamos a entrar en el acto de juicio, se puede convertir en un procedimiento de mutuo acuerdo. Para ello es muy importante que ambas partes entiendan que en este tipo de procesos es preferible llegar a un acuerdo que dejarlo en manos de un tercero.

Uno de los lemas que tenemos en Barranco Abogados es que en Derecho de Familia siempre es mejor llegar a acuerdos a que un juez decida el destino de nuestro matrimonio. Primero porque si es una decisión voluntaria, es más fácil de cumplir y segundo, porque si entramos en sala no sabemos qué puede pasar.

 Como ves, nuestro mayor interés es que consigas tus pretensiones y hacer tu vida mucho más fácil y esto pasa, en la mayoría de las ocasiones por alcanzar un acuerdo entre los cónyuges. Por vuestro bien y por el de vuestros hijos.

Ponte en contacto con nosotros si necesitas ayuda con tu divorcio. Estaremos encantados de ayudarte y de hacer que el resto de tu vida sea más fácil.