Artículo previamente publicado en el Blog de actualidad jurídica Discusión Jurídica.
Advertencia: este post no trata sobre las prácticas curriculares de la universidad, hablo de mi comienzo en la vida laboral liberal desvinculada de las prácticas curriculares.
Normalmente, una persona que cursa el Máster de Abogacía y no tiene familia o amigos dentro de este mundillo, tiene una difícil disyuntiva por delante. ¿Cómo empiezo a ejercer?
Esto fue lo que me encontré yo hace 4 años y en este post te daré algunos consejos para que puedas ahorrarte obstáculos que ya me encontré yo en su momento.
Acababa de salir de unas prácticas de un máster y no tenía a donde ir para empezar a ejercer la profesión. Fue entonces cuando encontré a mi compañero de despacho. Nos presentó una amiga común. Él necesitaba un colaborador porque empezaba a desbordarle el trabajo y yo encontré un sitio donde empezar, y, quien sabe, quedarme.
Las ventajas e inconvenientes de este tipo de relaciones son varias, pero créeme, vale la pena sacrificar tu tiempo para adquirir conocimientos.
Ventajas e inconvenientes para abogados junior
Las principales ventajas para el abogado junior son claras:
- Estarás en un lugar donde coger experiencia. Más vale estar en activo, trabajando y cobrando poco durante un tiempo, que quedarte en casa paralizado;
- Hacerte conocido en tu ciudad o el lugar donde trabajas, que será tu clientela el día de mañana;
- Haces contactos y networking. Puedes conocer colaboradores y otros profesionales, como los procuradores, que más de una vez te salvarán la vida (apúntate esto); – Tienes la posibilidad de ver expedientes con recorrido y ya empezados, lo que te aportará una visión a largo plazo de lo que puede ser la profesión.
- Te aconsejará sobre estrategias procesales, trucos y diferentes formas de trabajar. Además, te podrá revisar los escritos y aportarte su punto de vista al respecto.
La principal desventaja ya la conocerás, es que, durante un tiempo y mientras no empieces a cobrar de los clientes tendrás que trabajar (casi) gratis. Es duro, pero debemos reconocer que en la abogacía muchos jóvenes están más explotados que en “Glovo“. Pero esto daría para otro post más.
Si te ofrecen la posibilidad de colaborar con el despacho con exclusividad y sin contrato laboral, pero tampoco te ofrecen una serie de clientes y casos de antemano, con expectativas de cobro (esto es importante), huye. Estás en el lugar equivocado. Ese “compañero” solo busca lucrarse de tu trabajo sin darte nada a cambio y ya tendrás la oportunidad de toparte con alguien que valore tu trabajo y sepa recompensarte por ello. Este consejo lo aprendí después de hacer múltiples entrevistas de “trabajo” en las que los compañeros no te aseguraban nada más que la experiencia. De la experiencia, ya lo adivinarás, no se come.
Yo comencé a trabajar en el despacho como colaboradora, sin ser personal laboral ni tener una exclusividad, pero cobrando de lo que me pagaban los clientes (como cualquier otro profesional liberal, pero con una persona que me respaldaba).
En mi caso, tuve la suerte de que mi compañero me derivó una serie de asuntos. Estos asuntos pronto comenzaron a dar sus frutos. Fui haciendo con una cartera de clientes que, poco a poco, después de mucho esfuerzo, va siendo más grande y sólida. Además, enseguida me confió el área del despacho que menos le gustaba y que a mí me encanta, la gestión de los asuntos de responsabilidad civil.
Ventajas e inconvenientes para abogados senior
Y ahora, me dirijo a ti, abogado que lleva años ejerciendo y que está viendo como las nuevas generaciones pisan fuerte. ¿Por qué no piensas en colaborar con alguien más joven? Siempre dando un trato justo a ese joven que busca coger experiencia. Para ti, abogado senior, también tenemos unas ventajas muy claras:
– Encuentra alguien que puede ayudarte y con el que repartir el trabajo. Divide y vencerás.
– Te pueden enseñar el mundo desde una perspectiva más moderna. Ya sabemos que el mundo jurídico es arcaico y que hace falta más perspectiva digital. Renovarse o morir. – Ejercer solo es muy duro. Compartir tus experiencias con alguien, aunque tenga poca experiencia, te enriquecerá.
– Enseñar tus conocimientos como profesional a alguien y ver como crece es muy bonito. Te enorgullecerás de tu pupilo.
Las desventajas son más bien pocas. Puede que al principio te venga a la cabeza que ese abogado joven que viene con ganas puede arrebatarte tu clientela. Pero, sinceramente, ¿no crees que puede quitártela cualquiera? Es mejor aliarte con tu enemigo (enemigo solo a priori, también puedes ganar un gran amigo y compañero para siempre). Si te portas bien con él, tendrás a tu lado a una persona agradecida y que puede hacerte ver el mundo desde otro punto de vista. Y eso, nunca está mal. Al revés, también crecerás junto a él.
¿Y qué sucede cuando lleváis tiempo colaborando juntos?
Pues todo depende de la experiencia personal de cada uno. Puede ocurrir que no quieras saber nada de tu compañero porque habéis tenido problemas, pero eso te puede suceder en cualquier otro sitio. Puede que hayas decidido crecer por tu cuenta y creas que fundar tu despacho es lo mejor. Puede que hayas decidido seguir colaborando ocasionalmente con este despacho o que decidáis seguir juntos y seguir creciendo.
Pero, lo que está claro es que ambos, abogado junior y senior, habéis ganado en experiencia profesional y vital, el uno al lado del otro.
¿Y tú, te animas a intentar unir fuerzas con otros compañeros?
Este post está dedicado a mi mentor, socio y compañero, Juan Miguel Barranco, que creyó en mi cuando estaba empezando y lo sigue haciendo todos los días.
Rosario Serrano Pavón
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